Estamos en Minnesota, una ciudad que nunca duerme, los políticos están corruptos (Aparece una imagen de un despacho lleno de postres y gráficos en los que en varios ponen frases típicas como “Vota por mi, vota por tu futuro”, “Vótame, no querrás que tus hijos crezcan sin educación aparente?” y demás de las frases para candidaturas.

Mónica – ¿Mamá para cuando estará la cena?, tengo hambre.
Madre – Tranquila, estoy poniendo la mesa, aún hay que esperar a papa. –dice con voz dulce y tranquilizadora -
Madre – Mirad, ahí esta el coche de papa, ya casi estamos cenando.
(El padre entra en casa y aparece cojeando y un ojo morado)
Padre – ¿Qué pasa, no saludáis a papa?
(Los dos hijos se acercan y le dan un abrazo a su padre, mientras la madre se queda lejos mirando con cara sorprendida)
Mónica – Papá mañana entro más tarde a clase, la profesora no viene, con lo cual nos dejaron quedarnos un rato mas durmiendo - sonríe –
Padre – Cariño, ven a la cocina tengo que hablar contigo; chicos, quedaos cenando, ahora venimos mama y yo – dice seriamente -
(Los niños se van a cenar mientras que los padres charlan en la habitación)
Hermano- ¿Qué crees que le habrá pasado a papa? – preocupado –
Mónica– No sé, espero que no lo hallan echado del trabajo…
(De pronto se oyen golpes en la puerta, en uno de los golpes la puerta cae al suelo y entran unos hombres vestidos de rojo con pistolas, pasan a la habitación a golpes)
¿? – ¿Dónde está el dinero?
Padre – Os he dicho antes que no lo tenía
Hermano – (En voz bajita) Mónica, ven aquí
(La niña va con su hermano asustada)
Mónica- ¿Qué le van ha hacer a papa? – Con cara triste y los ojos enlagrimados –
Hermano – No lo sé, pero esos hombres no tienen buena pinta.